La inteligencia artificial consiste en el desarrollo de algoritmos de aprendizaje automático (machine learning) que permiten a las máquinas resolver tareas complejas que antes solo podían ser resueltas por el ser humano. Este tipo de métodos tienen un gran potencial para desarrollar aplicaciones capaces de procesar grandes cantidades de datos, aprender de ellos y después utilizar lo aprendido para tomar decisiones de forma rápida con un margen de error muy pequeño.
Las grandes posibilidades de la inteligencia artificial han hecho que este campo se convierta en una de las tendencias de innovación tecnológica que despierta más interés en la actualidad. Por ello se espera que, en un futuro próximo, revolucione todos los ámbitos de la sociedad cambiando para siempre la vida cotidiana de la gente.
En principio, podríamos pensar que se trata de una tecnología que no va a estar disponible hasta un futuro lejano, pero la realidad es que en los últimos años se han producido grandes avances gracias a la mejora en capacidad computacional y en el acceso a grandes volúmenes de datos (big data). De hecho, muchas de las tareas que realizamos en nuestro día a día utilizan ya técnicas de inteligencia artificial. Por nombrar algunas de ellas podemos destacar la detección de spam en el correo electrónico, las recomendaciones en plataformas digitales como Netflix o los asistentes personales de voz Siri y Alexa.
Hoy en día la IA se considera una herramienta muy interesante para muchas aplicaciones, incluida la seguridad. Por ejemplo, mediante el aprendizaje de las características del movimiento de los objetos, de su tamaño, de su organización física y su velocidad, una aplicación basada en IA puede clasificar la información para decidir si es posible que el objeto sea una persona. Y a partir de esto, también puede programarse para informar de la dirección en la que se mueve el objeto y si hay más de uno.
También puede correlacionar con rapidez eventos detectados en varias horas de material de video recopilado de varias fuentes. Interesante, ¿no? Parece que se puede prevenir un delito antes de que se cometa.
Existe un software de análisis de imágenes de cámaras de seguridad que detecta movimientos asociados a crímenes o hurtos.
Pues en esa dirección es en la que se trabaja: la prevención. En la actualidad, una empresa israelí ya ha desarrollado un software de análisis de imágenes de cámaras de seguridad para detectar movimientos y conductas asociados a crímenes violentos o hurtos. La herramienta es lo suficientemente poderosa para analizar terabytes de información e ir afinando sus capacidades a medida que procesa todos estos datos. Su capacidad de anticipar delitos se basa en las llamadas “microexpresiones”, que delatan al criminal.
Estos son solo algunos ejemplos de lo que la Inteligencia Artificial puede hacer en el campo de la seguridad. Sin duda, sus aplicaciones son infinitamente más amplias y a medida que este campo de estudio vaya desarrollándose, se multiplicarán.
Por eso, la IA puede ser una tecnología perfecta para la prevención y resolución de delitos.
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