El efecto del cambio de hora en las personas

El cambio de horario persigue maximizar la exposición al sol durante las horas en que la población está despierta y activa. Por ello, como cada año, durante el último fin de semana de octubre procedimos al tan debatido retraso de hora.

Esto es, a las tres de la madrugada, pasaron a ser las dos, En ese sentido, el SES (Sociedad Española del Sueño) defiende que:

“El horario de invierno es más saludable porque promueve un ritmo biológico más estable que el del verano. Por lo tanto, contribuye a mejorar el rendimiento intelectual y ayuda a disminuir la aparición de diversas enfermedades como las cardiovasculares, obesidad, insomnio y depresión”.

¿Qué efecto tiene en nosotros el cambio de hora?

El cambio de hora de otoño/invierno muestra menores consecuencias en las personas que el de primavera/verano, ya que sus efectos son más suaves. Aún así, los expertos manifiestan que estas variaciones se asemejan a una especie de “jet lag”, ya que nos cuesta unos días acostumbrarnos a este nuevo ritmo de vida.

Entre las consecuencias de adelantar o retrasar nuestro reloj observamos:

  1. Alteración del sueño. La descompensación horaria desequilibra los periodos de sueño y vigilia, esto se debe a la perturbación de las horas de luz a las que nuestro organismo estaba acostumbrado.
  2. Alteración ritmo biológico. Nuestro reloj y ritmo interno se ve alterado, por lo que muchos muestran algunos problemas relacionados con el estómago. Esto acaba repercutiendo en el orden normal de su rutina, hasta que el cuerpo se habitúe y equilibre al nuevo horario entrante.
  3. Problemas cutáneos y de cabello. La piel y el cabello también pueden resentirse. Las alteraciones de las horas de descanso, junto con la modificación de las horas de sol, repercuten en nuestra salud y, por tanto, esto se ve reflejado en una mayor caída de cabello o deterioro de la piel.
  4. Mayor susceptibilidad. De la unión de todos los efectos anteriores aparecen cambios hormonales en las personas que pueden acabar afectando a nuestro carácter durante el periodo de adaptación.

Cabe comentar que estos efectos afectan en mayor medida a algunos colectivos en concreto. Así, destacamos a niños (sobretodo en edad temprana); mujeres en fase de lactancia; ancianos y personas que ya sufrían previamente trastornos del sueño, como insomnio, narcolepsia, apneas...

Debate: ¿Fin al cambio de hora?

En la Unión Europea se ha debatido mucho sobre si hay que eliminar definitivamente estos cambios 2 veces al año. Y si ese es el caso, cuál sería el horario que deberíamos adoptar, ¿el de verano o el de invierno?

Sin embargo, no ha habido una posición común entre los países de la UE, y concretamente en España, los expertos del gobierno no se ponen de acuerdo en este asunto. Mientras unos defienden las ventajas del cambio de hora en nuestra sociedad, otros manifiestan que los efectos en la salud de las personas son mayores en proporción al ahorro energético.

España adoptó el huso horario de Europa Central y no el que geográficamente le corresponde, que es el de Reino Unido y Portugal. Así que, si tenemos en cuenta que lo mejor para la salud es seguir nuestro ritmo circadiano, con las horas de luz solar, posiblemente lo mejor sea regresar al horario de Portugal.